viernes, 30 de mayo de 2008

¿QUÉ SON LOS INSTRUMENTOS MUSICALES?

Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y los medios para su vibración, construido con el propósito de producir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música. En principio, cualquier cosa que produzca sonido puede servir de instrumento musical, pero la expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico.



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Clasificación [editar]

Existen muchas divisiones alternativas y subdivisiones de instrumentos. Generalmente, al estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los instrumentos en tres familias: viento, cuerda y percusión. Sin embargo, debido a que esta clasificación está orientada a los instrumentos de la orquesta sinfónica, adolece de ciertas restricciones y defectos. Debido a ello, algunos musicólogos sencillamente amplían esta clasificación añadiendo hasta tres categorías adicionales: voz, teclados y electrónicos. Sin embargo, en 1914 los musicólogos Curt Sachs y Erich Hornbostel idearon un nuevo método de clasificación que, atendiendo a las propiedades físicas de cada instrumento, pretendía ser capaz de englobar a todos los existentes.Una tercera clasificación, muy seguida en el este de Asia, clasifica los instrumentos atendiendo a sus materiales de construcción: metal, madera, barro, cuero, entre otros.

Clasificación de Sachs y Hornbostel [editar]

Artículo principal: Hornbostel-Sachs

En la clasificación de Curt Sachs y Erich Hornbostel se establecen cinco grandes clases de instrumentos musicales, que a su vez se dividen en grupos y subgrupos, atendiendo a las diversas propiedades físicas de los instrumentos.


Los instrumentos se pueden dividir en 3 familias o grupos:


-Cuerda: son aquellos como la guitarra, el violin, etc

-Viento: son aquellos como la flauta, etc

-Percusión: son aquellos como el tambor, el bombo. etc

domingo, 25 de mayo de 2008

LA ZARZUELA

La zarzuela es una forma de música teatral surgida en España. Se diferencia de la ópera en que la zarzuela está cantada en español, e incluye partes habladas en lugar de los recitativos cantados de la ópera.

Se cree que el nombre deriva del pabellón de caza homónimo, cercano a Madrid donde, en el siglo XVII, se llevaba a cabo este tipo de representaciones para la corte española. El nombre también puede provenir de la representaciones que el cardenal Infante don Fernando daba a comienzos del siglo XVII cerca de Madrid, en su quinta de recreo llamada «La Zarzuela».

El teatro musical en España existió desde los comienzos de Juan del Encina. Este nuevo género denominado zarzuela aportaba la innovación de dotar a los números musicales de una función dramática, es decir, integrada en el argumento de la obra. Otras características fueron la presencia de una gran orquesta y la incorporación de los coros, las canciones y los bailes.

Tiene también un cierto eco en Cuba, donde se componen zarzuelas que aúnan el estilo español con elementos autóctonos.

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1 Historia
2 Siglo XX
3 Discografía
4 Interés por el género
5 Véase también
6 Notas
6.1 Bibliografía
7 Enlaces externos

Historia [editar]
Parece que los primeros autores que aportaron su genio a este nuevo estilo de teatro musical fueron Lope de Vega y Calderón de la Barca. Según las investigaciones, Calderón es el primer dramaturgo que adopta el término de zarzuela para una obra suya titulada El golfo de las sirenas (1657).

Lope de Vega
Lope de Vega escribió una obra que tituló La selva con amor, drama con orquesta. Lope de Vega dice que es «cosa nueva en España». En el prólogo de 1629 de esta obra se dice: «Los instrumentos ocupaban la primera parte del teatro, sin ser vistos, a cuya armonía cantaban las figuras los versos, haciendo de la misma composición de la música las admiraciones, quejas, iras y demás afectos…». Sin embargo, sólo se conserva la música suficiente en la obra Los celos hacen estrellas de Juan Hidalgo y Juan Vélez, que se estrenó en 1672. Con esta obra se puede tener una idea de cómo era este género en el siglo XVII.

El siglo XVIII da entrada a la dinastía de los Borbones y con ellos se pusieron de moda los estilos italianos en diversas manifestaciones artísticas, incluida la música. Las zarzuelas del siglo XVIII se convirtieron en obras estilísticamente parecidas a las óperas italianas: por ejemplo, las obras de Antonio de Literes. Pero al llegar el reinado de Carlos III, también Borbón, los problemas políticos provocaron una serie de revueltas contra los ministros italianos, hecho que repercutió en las representaciones teatrales y de nuevo imperó la tradición popular española representada, en esta ocasión, por los sainetes de don Ramón de la Cruz. La primera obra de este autor representada en este género fue Las segadoras de Vallecas (1768), con música de Rodríguez de Hita.

El auge de la zarzuela llegó, en el siglo XIX, a partir de 1839, con los músicos Francisco Barbieri y Emilio Arrieta. Muchas veces el éxito de la obra se debía a una o más canciones que el público aprende y da a conocer oralmente, como ocurría con los cuplés. El engranaje de la obra siguió siendo el mismo: números hablados, cantados, coros, que se aderezan con escenas cómicas que, generalmente, son interpretadas por un dúo. Abundaba el género costumbrista y regionalista y en los libretos se recogía toda clase de modismos, regionalismos y jerga popular.

Después de la Revolución de 1868, el país entró en una profunda crisis (sobre todo económica) que se reflejó también en el teatro. El espectáculo teatral era caro y ya no se podían pagar aquellos precios. Fue entonces cuando el Teatro Variedades de Madrid tuvo la idea de reducir el precio del espectáculo y, al mismo tiempo, la duración de la representación. Una función teatral duraba, por aquel entonces, cuatro horas y se redujo a una hora. Fue lo que se llamó teatro por horas. La innovación tuvo un gran éxito y los compositores de zarzuelas se acomodaron al nuevo formato creando obras mucho más cortas. A las zarzuelas de un solo acto se las clasificó como Género chico y Género grande a las zarzuelas de tres actos o más. La zarzuela grande fue batallando en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, pero con poco éxito y poco público. A pesar de esto, en 1873 se abrió un nuevo teatro, el Apolo, que compartió los fracasos con el anterior, hasta que no tuvo más remedio que cambiar el espectáculo al género chico.

Siglo XX [editar]
En los primeros años del siglo XX, se componen obras de mayor calidad musical (como Doña Francisquita de Amadeo Vives). La zarzuela se va manteniendo con estas obras que, a veces, se ajustan a la estructura musical de una ópera italiana, gracias a autores de la talla de Francisco Alonso, Pablo Sorozábal, Federico Moreno Torroba, Rafael Calleja y Jacinto Guerrero. La guerra española abre un paréntesis y en la posguerra, la decadencia es casi total. No existen nuevos autores para este género y no se renuevan las obras. Por otro lado, la zarzuela existente es difícil y costosa de representar y sólo aparece esporádicamente, por temporadas, durante unos pocos días.

En estos primeros años del siglo se empieza a dar el apelativo de género ínfimo a las representaciones conocidas como revistas. Son obras musicales con una conexión de ideas parecida al de la zarzuela pero más ligeras y atrevidas, con números escénicos que, en la época, se calificaron de «verdes», es decir, pícaros, de temas sexuales y con letras de doble intención. Una de estas obras fue La corte del Faraón, basada en la opereta francesa Madame Putiphar. La música se hizo tan popular que algunos de sus números acabaron siendo verdaderos cuplés difundidos por el público.

Discografía [editar]
A partir de 1950 la zarzuela pudo sobrevivir gracias a la discografía, un campo que se mantuvo en auge desde entonces. Se produjeron una serie de grabaciones de gran éxito, la mayoría de ellas dirigidas por el músico español Ataulfo Argenta. Las mejores voces del momento aparecieron en estos discos, cantantes mundialmente famosos que profesionalmente se dedicaban a la ópera y a los recitales. Voces como las de Teresa Berganza, Ana María Iriarte, Carlos Munguía, etc., participaron en las grabaciones. Se añadieron los coros del Orfeón Donostiarra y Coro de Cantores de Madrid contribuyendo a darles una gran calidad.

Tras la muerte de Ataulfo Argenta se incorporaron los directores Indalecio Cisneros, García Asensio, y otros. Incluso hubo grabaciones que fueron dirigidas por el propio autor de la obra, como fue el caso de Pablo Sorozábal y Federico Moreno Torroba. En esta etapa participaron en las grabaciones nuevas y grandes voces consagradas: Monserrat Caballé, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, y otros muchos.

Interés por el género [editar]
En los últimos años de 1970 se reaviva el interés por la zarzuela, en especial por su música. En toda Europa se desencadena un renacer de la afición por los espectáculos líricos, sobre todo entre la juventud. Este renacimiento repercute en España que muestra un gran interés por la zarzuela.

Las casas discográficas ofrecen colecciones cuyos discos van acompañados de un fascículo que contiene la sinopsis de la obra y algunos datos del autor. La radio y la TV dedican varios espacios a su programación. Los programas que TVE ofreció con el título de Antología de la zarzuela, gozaron de una gran audiencia. En cuanto la los años más recientes, según datos de la SGAE, en 2006 la zarzuela experimentó un aumento de más de un 4%.[1]

LA OPERETA

La opereta es un tipo de teatro musical, animado y satírico, cuya característica fundamental es la de contar con una trama argumental inverosímil y disparatada. Consta de diálogos hablados entre los que se intercalan canciones, llamadas couplets por los franceses, y bailes como el rigodón o el cancán. Se trata, por lo tanto de un espectáculo escénico con sucesión y alternancia de partes musicales, habladas y bailadas. La opereta francesa se desarrolló en pequeños teatros como el de Los Bufos Parisinos, inaugurado en 1815.

Este género se extendió por varios países europeos, siendo especialmente relevante en Viena. La operetas vienesas presentan generalmente un argumento más serio y sentimental que las francesas. Otro de los rasgos que la distinguen es el empleo del vals, un elemento musical de esencial importancia.

Jacques Offenbach es quizás el compositor de operetas más conocido, siendo sus dos obras más famosas Orfeo en los infiernos y La bella Helena.

LA ÓPERA

«Opera» redirige aquí. Para otras acepciones véase Ópera (desambiguación).
La ópera es un drama cantado con acompañamiento instrumental que, a diferencia del oratorio, se representa en un espacio teatral ante un público. Existen varios géneros estrechamente relacionados con la ópera, como son el musical, la zarzuela y la opereta.

Representación de la Ópera Turandot de Puccini en el Luna Park de Buenos Aires (2006)

Descripción [editar]
El drama se presenta usando elementos típicos del teatro, tales como escenografía, vestuarios y actuación. Sin embargo, la letra de la ópera (conocida como libreto), se canta en vez de ser hablada. Los cantantes son acompañados de un grupo musical, que en muchas óperas puede ser una orquesta sinfónica completa.
La ópera tradicional consiste en dos modalidades de canto: recitativo, declamación y aria; esta última se refiere a composiciones para voz solista. Composiciones cortas para voz solista también se denominan "ariosos". Cada tipo de canto tiene acompañamiento orquestal.

Cantantes de ópera [editar]
Cantantes de ópera destacados:
Sopranos: Teresa Stratas, Yma Sumac, Maria Malibran, Giuditta Pasta, Kirsten Flagstad, Maria Callas, Joan Sutherland, Montserrat Caballé, Edita Gruberova, Liv Kristine Espenæs, Tarja Turunen, Sumi Jo, Sharon den Adel, Flor Hansen, Natalie Dessay
Mezzosopranos: Fedora Barbieri, Simone Simons, Giulietta Simionato, Christa Ludwig, Teresa Berganza, Marilyn Horne, Cecilia Bartoli, Carmen Elise Espenæs, Shirley Verrett
Contraltos: Marian Anderson, Kathleen Ferrier, Ewa Podles y Sara Mingardo.
Tenores: Enrico Caruso, Giuseppe di Stefano, Fritz Wunderlich, Jussi Björling, Carlo Bergonzi, Mario Del Mónaco, Pedro Lavirgen, Franco Corelli, Plácido Domingo, Rolando Villazón, Alfredo Kraus, Francisco Araiza, José Carreras, Jaume Aragall, Luciano Pavarotti, Ramón Vargas, Juan Diego Flórez, Giacomo Aragall.
Barítonos: Titta Ruffo, Tito Gobbi, Dietrich Fischer-Dieskau, Juan Pons y Carlos Álvarez.
Bajos: Fedor Chaliapin, Hans Hotter, Paul Robeson, Noé Colín, José van Dam, Samuel Ramey, Paata Burchuladze, Martti Talvela, Gottlob Frick, Ruggero Raimondi, Jerome Hines, Nicolai Ghiaurov, Kurt Rydl, y Kurt Moll.

¿QUÉ ES EL VIOLÍN?


El violín (etimología: del italiano violino, diminutivo de viola o viella) es un instrumento de cuerda frotada que tiene cuatro cuerdas afinadas por intervalos de quintas: sol2, re3, la3 y mi4 (según el índice acústico Franco-Belga). La cuerda de sonoridad más grave (o "baja") es la de sol2, y luego le siguen, en orden creciente, el re3, la3 y mi4. En el violín la primera cuerda en ser afinada es la del la; ésta se afina comúnmente a un tono de 442 Hz, utilizando como referencia un diapasón clásico (de metal ahorquillado) o, desde el siglo XX, un diapasón electrónico.

Enrollado y ajuste de las clavijas en el clavijero, correctamente estructurados

Las cuerdas de cada violín representadas en el pentagrama
Las partituras de música para violín usan casi siempre la clave de sol, llamada antiguamente "clave de violín". El violín tiene la característica de no poseer trastes, a diferencia de la guitarra, lo que dificulta el aprendizaje. Es el más pequeño y agudo de la familia de los instrumentos de cuerda clásicos, que incluye el chelo, la viola y el contrabajo (en inglés double bass es decir ‘doble bajo’), los cuales, salvo el contrabajo, son derivados todos de las violas medievales, en especial de la fídula.
En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa. Hoy pueden ser también de metal o de tripa entorchada con aluminio, plata o acero; la cuerda en mi, la más aguda -llamada cantino- es directamente un hilo de acero, y, ocasionalmente, de oro. En la actualidad se están fabricando cuerdas de materiales sintéticos que tienden a reunir la sonoridad lograda por la flexibilidad de la tripa y la resistencia de los metales.
El arco es una vara estrecha, de curva suave, y construida idóneamente en la dura madera del palo brasil o de "Permambuco" (Caesalpinia echinata), de unos 77 cm de largo, con una cinta de 70 cm constituida por entre 100 y 120 (con un peso de unos 6 gramos según longitud y calibre) crines de cola de caballo, siendo las de mejor calidad las llamadas "Mongolia", que provienen de climas fríos donde el pelo es más fino y resistente. Tal cinta va desde una punta a la otra del arco.
Para que las cuerdas vibren y suenen de un modo eficiente, la cinta de cola de caballo del arco debe ser frotada adecuada y regularmente con una resina llamada colofonia (en España se llama "perrubia", de "pez-rubia"). También, actualmente -muchas veces para abaratar costos-, la crin blanqueda de caballo es sustituída por fibras vinílicas. El arco del violín tiene en la parte por la que es tomado un sistema de tornillo que al hacer desplazar la pieza por la cual se aferra un extremo de la cinta de crin hace que ésta se tense o se distienda.

El violín es el instrumento más barato de su familia, pero también es el que llega a los precios más desorbitados.

Se clasifican usualmente los violines en: violín de concierto (4/4) -cuya longitud suele ser de 60 cm y su ancho máximo de 20 cm, y un alto de 4,5 cm- y violín de estudio, el más típico, clasificado como (3/4), siendo así el de estudio de menores dimensiones que el de concierto, existiendo violines aún más pequeños (2/3, 1/3) que el estándar de estudio, como los usados por los niños en el método Suzuki.

Stradivarius de la colección del Palacio Real de Madrid
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1 Historia
2 Partes de un violín
3 Cuidados
4 Innovaciones
5 Véase también
6 Enlaces externos
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Historia [editar]
Precedentes de este instrumento se encuentran en muchas zonas del planeta. Los más rudimentarios "antepasados" del violín son los arcos (entre las etnias chaqueñas; aún se encuentra el uso de un par de pequeños arcos, uno de ellos -el mayor- es sostenido con la boca del ejecutante, mientras que el mismo ejecutante mueve el arco más pequeño con una de sus manos y así frota con las cuerdas del más pequeño de los arcos las cuerdas del mayor de los arcos ). También se puede encontrar el arhu (ar - dos- y hu pueblos del norte en recuerdo de su origen mongol) en oriente, y su familia huqin, en la que no existe diapasón, quedando sus dos únicas cuerdas al aire y pasando la crin entre estas dos. Sin embargo, la "genealogía" que lleva al violín actual es más compleja. Se encuentra en el frotamiento de las cuerdas del laúd y el rebab —y su versión europea, el rabel-, instrumentos difundidos en la Europa mediterránea durante la expansión medieval de los árabes. En Italia, a partir del rebab, surgen los antecedentes más evidentes, tanto del violín como de la llamada viola de gamba; son tales precedentes la viela (originalmente llamada rebec, y también denominada fídula) y la lira da braccio, ésta ya muy semejante a un violín primitivo, aunque con el diapasón separando los bordones. Es en el siglo XVI que aparece el violín propiamente dicho, aunque con algunas diferencias respecto a la mayoría de los violines que se vienen fabricando desde el siglo XIX. La tapa superior se hace de madera de pino, y la inferior de arce; estas maderas eran las usadas por los grandes fabricantes. El arco ha sufrido muchas modificaciones. El modelo actual data del siglo XIX, cuando se le dio una curvatura que antes no tenía. Incluso era cóncavo en los modelos más primitivos.
Aunque en el siglo XVII el violín (violino) se encontraba bastante difundido en Italia, carecía de todo prestigio (el laúd, la vihuela, la viela, la viola da gamba, la guitarra, la mandolina eran mucho más considerados). Sin embargo, Claudio Monteverdi es uno de los que descubren la posibilidad de las calidades sonoras del violín, y es por ello que lo usa para complementar las voces corales en su ópera "Orfeo" (1607). Desde entonces el prestigio del violín comienza a crecer. Hacia esa época comienzan a hacerse conocidos ciertos fabricantes de violines (llamados aún luteros o lauderos, o luthiers — más frecuentemente que violeros— ya que inicialmente se dedicaron a la fabricación de laúdes). Así se hacen conocidos Gasparo Bertolotti de Saló, o Giovanni Maggini de Brescia, o Jakob Steiner de Viena; sin embargo, una ciudad se hará celebérrima por sus lauderos especializados en la confección de violines: Cremona. En efecto, de Cremona son los justamente afamados Andrea Amati, Giuseppe Guarneri y Antonio Stradivari (sus apellidos suelen ser más conocidos en su forma latinizada: Amatius, Guarnerius, Stradivarius). Durante el siglo XIX se destacaron François Lupot y Nicolas Lupot. Es a partir de entonces, y sobre todo con el barroco, que se inicia la Edad de Oro (al parecer de allí en más perpetua) del violín.

Desde entonces el violín se ha difundido por todo el mundo, encontrándose incluso como "instrumento tradicional" en muchos países no europeos, desde América hasta Asia. Especial atención ha recibido en la música árabe, en la que el ejecutante lo toca apoyado en la rodilla cual si fuera un violonchelo, y en la música celta irlandesa, donde el instrumento recibe el nombre de fiddle (derivado del italiano fidula), y sus músicas derivadas como, en cierto grado, el country. Ha habido también grandes violinistas de jazz, como Stéphane Grappelli, Jean-Luc Ponty o Joe Venuti.

Violinista en la catedral de Dublín
En cuanto al secreto de la sonoridad típica de los violines realizados por las familias Stradivari y Guarneri, existen hoy diversas hipótesis que más bien que excluirse parecen sumarse: en primer lugar se considera que la época fue particularmente fría, motivo por el cual los árboles desarrollaron una madera más dura y homogénea. A esto se suma el uso de barnices especiales que reforzaban la estructura de los violines. También se supone que los troncos de los árboles eran trasladados por ríos cuyas aguas tenían un pH que reforzaba la dureza de las maderas; también influye un comprobado tratamiento químico (acaso más que con el objetivo de la sonoridad, el de la conservación) de los instrumentos, que reforzó la dureza de las tablas. Por último, ciertos violines Stradivarius tienen en sus partes internas un acabado biselado de los contornos en donde contactan las maderas, el cual parece beneficiar la acústica de estos violines.
Además del efecto logrado por el arco, se pueden conseguir otros efectos: pizzicato (pellizcando las cuerdas como si se tratase de una guitarra), tremolo (moviendo el arco arriba y abajo muy rápido), vibrato (haciendo vibrar los dedos sobre las cuerdas), glisando (moviendo la mano izquierda arriba y abajo sobre las cuerdas), col legno (tocando con la parte de madera del arco), sul ponticello (tocando prácticamente sobre el puente)..

Partes de un violín [editar]
El violín consta principalmente de una caja de resonancia que posee elegantes y hermosas formas ergonómicas (de sección oval con dos estrechuras cerca del centro). Tal caja de resonancia está constituida por la tabla de fondo o tabla armónica (tradicionalmente hecha con madera de arce), las cubiertas laterales o aros y la tabla superior o tapa (tradicionalmente de madera de abeto blanco o rojo); la tapa se encuentra horadada simétricamente y casi en el centro por dos aberturas de resonancia llamadas "oídos" o "eses", ya que en el tiempo de su diseño se usaba aún en la escritura o imprenta la "ese larga", semejante a una "efe" cursiva pero sin el travesaño horizontal, y en desuso a partir del siglo XVIII. Por la misma razón, actualmente se tienden a llamar "efes".

En el interior de la caja se encuentra el alma del violín, que es una pequeña barra cilíndrica de madera dispuesta perpendicularmente entre la tapa y la tabla armónica del lado derecho del eje de simetría de la caja (esto es: prácticamente abajo, hacia la derecha, de la zona en donde se apoya el puente), del lado contrario al alma, a lo largo de la cara interna de la tapa, se encuentra adherido con cola un listón llamado barra armónica. Tanto el alma como la barra armónica cumplen dos funciones: ser soportes estructurales (el violín sufre mucha tensión estructural) y transmitir mejor los sonidos dentro de la caja de resonancia.
La caja de resonancia tiene, en el violín de orquesta, 35,7 cm de longitud, y se encuentra orlada por rebordes en ambas tablas; tales rebordes cumplen, además de una función decorativa, la función de reforzar el instrumento.
Por fuera, la caja de resonancia se continúa por el mango o astil (también llamado diapasón aunque en este caso no debe se confundido con el instrumento homónimo utilizado para la afinación), el astil, diapasón o "mango" concluye en un clavijero, oquedad rectangular en la que se insertan las cuerdas anudadas y tensionadas allí mediante sendas clavijas para cada cuerda, las clavijas son como llaves simples de sección ligeramente conoidal; luego del clavijero, un remate llamado -por su forma- voluta (aunque en ciertos casos la voluta se encuentra sustituida por otras formas, por ejemplo una cara humana o la figuración de una cabeza de león).
En cierto ángulo, las líneas de la voluta, en perspectiva, hacen una línea recta y continua con las cuerdas, especialmente mi y sol, y se juntan en el horizonte. Esto permite saber, cuando el violín está puesto en el hombro, cuándo se encuentra correctamente recto.
Sobre el mango se ubica el diapasón del violín o tastiera, éste suele ser de ébano ya que esta madera produce ese sonido "maderil" que los instrumentos de cuerda frotada requieren además el ébano es sumamente duro y denso por lo que la fricción de las cuerdas no daña el diapasón. En violines antiguos pueden encontrarse tastieras de marfil.
Sobre la tapa de la caja se encuentra el ponticello o puente el cual mantiene elevadas las cuatro cuerdas, en la parte posterior de la caja de resonancia, unida a ella por un nervio flexible que se engancha a un botón, se encuentra otra pieza (tradicionalmente de madera de ébano) de forma triangular llamada el cordal, como su nombre lo indica, el cordal sirve para retener las cuatro cuerdas, estas se apoyan en los siguientes puntos: los orificios del cordal, el ponticello, la cejilla ubicada sobre el astil y las clavijas.
Cuando se quiere atenuar el sonido, se aplica sobre el puente una especie de tabique llamado sordina.
Desde fines de siglo XIX es común añadir a la parte trasera de la caja de los violines una mentonera o "berbiquí" desmontable, aunque tal aditamento no es indispensable, (la invención de este añadido se atribuye a Louis Spohr); en cambio sí es de bastante importancia el barniz (Tradicionalmente "gomalaca" diluida en alcohol)con el cual se recubre, en su parte externa, a la mayor parte del violín.
La singular acústica del violín ha sido muy estudiada durante todo el siglo XX, destacándose las investigaciones del alemán Ernst Cladni, del cual deriva toda una formulación llamada esquema de Cladni.

Cuidados [editar]
Instrumento de singular resistencia, el violín suele requerir de pocos cuidados especiales. Cuando no se usa debe estar guardado en un estuche lo más hermético y acolchado posible, con la caja, la vara del arco y las cuerdas limpias y las crines del arco levemente distendidas. El violín ha de estar al resguardo en todo lo posible para que no le afecte la humedad ni cambios bruscos de temperatura; por lo demás, sólo requiere una habitual limpieza con un paño seco, o bien con productos especialmente diseñados para ello. Las cuerdas suelen romperse por la tensión y la fricción; y por este motivo es conveniente que el violinista tenga un juego de cuerdas de repuesto. También suelen romperse los pelos de cola de caballo (crines) que constituyen la cinta del arco, por este motivo los que ejecutan con bastante frecuencia música con el violín se ven obligados a un recambio anual de las crines. Si se ejecuta el violín sin la mentonera, conviene usar un pañuelo en la parte del cuello y mentón en la cual se apoya el violín para evitar que el instrumento se vea afectado por la transpiración. En general ocurre que un violín "viejo" que haya sido bien ejecutado, suena mejor que un violín nuevo o con poco uso.
Una característica importante en el cuidado es que al guardar el violín durante un período largo de tiempo, éste no debe quedar afinado, es decir, las cuerdas no deben quedar tensas. Esto se debe hacer si el instrumento va a ser transportado en avión, con los cambios de presión las cuerdas podrían romperse. Con esto, la estructura del violín no quedará sometida a una tensión innecesaria.

Innovaciones [editar]

Violín eléctrico de 5 cuerdas
Desde la segunda mitad del siglo XX las cuerdas y la cinta del arco, en muchos casos, están siendo fabricadas con materiales sintéticos; empero, el uso de materiales sintéticos se ha extendido a otras partes en el caso de los violines fabricados en serie, por ejemplo cordales, mentoneras, tastieras, están siendo fabricados en plástico. Esto amerita la detracción de parte de los violinistas profesionales de escuela tradicional. Sin embargo, se construyen "violines eléctricos", con casi todos sus componentes sintéticos, tales violines suelen usarse en conjuntos de pop, rock, jazz y afines. Actualmente los violines se diferencian por su procedencia; si es de Europa sonará mucho mejor ya que está hecho por una muy buena madera; en cambio, un violín chino sonará con una calidad más baja ya que está hecho con una madera de menor calidad.
==El violín en el folclore de valeria Dentro de los folclores sudamericanos el violín es particularmente relevante en el folclore de Argentina y en zonas aledañas.La introducción hacia fines del siglo XVI e inicios del XVII del violín en el ámbito del Cono Sur se debe principalmente a los frailes jesuitas y franciscanos, muchos de ellos nacidos italianos como Domenico Zipoli, cuyo nombre lleva una famosa escuela de música cordobesa.
Los jesuitas introdujeron la enseñanza musical en las reducciones creadas en territorios que hoy pertenecen a la Argentina, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil, en una región poblada en los citados siglos por indígenas entre los cuales preponderaba la cultura guaraní. La mayor parte de esas pequeñas ciudades fue destruida con la expulsión de los jesuitas, en 1767 en la colonia española, precedida por una decisión del reino de Portugal. Las misiones jesuíticas de Bolivia son las únicas que se salvaron de la destrucción que sobrevino a la expulsión de los religiosos. Se trata de siete ciudades en la región conocida como Chiquitania donde anualmente se realiza un festival de música barroca.
En Brasil, el violín artesanal conocido por el nombre de "rabeca" fue introducido también por los religiosos, especialmente en la zona de las misiones jesuíticas, pero su utilización en la música se desarrolló más intensamente durante la breve presencia colonizadora del holandés Mauricio de Nassau, en Recife, entre 1637 y 1643. Otro importante estímulo representó la instalación de la Corte portuguesa en Rio de Janeiro en 1807.
Actualmente, la utilización de la rabeca como instrumento melódico es común en la música de la región nordeste y también en el norte amazónico. En la ciudad amazónica de Bragança, en el estado de Pará, la tradición de la rabeca recibió un notable impulso por parte del poder público que ayudó a instalar una escuela para la enseñanza del instrumento, basada en el conocimiento y la técnica de los maestros locales.
En Argentina el violín fue utilizado en la música religiosa, aunque rápidamente las poblaciones criollas y autóctonas supieron utilizarlo para músicas profanas. Así es que en gran parte del norte argentino y el sur de Bolivia, el violín (e incluso una variante más rústica que ha mantenido el arcaico nombre de rebab) es uno de los instrumentos musicales principales, tras la guitarra y el bombo. Con el violín se suelen acompañar los gatos, chacareras, las cuecas bolivianas y en menor medida chamamés, zambas y polcas criollas.
Música de origen folclórico, el tango cuenta con el violín como uno de sus principales instrumentos. El violín de tango suele ser el mismo que el violín de concierto para la llamada música clásica, en cambio los violines de las otras músicas mencionadas anteriormente suelen ser violines "criollos", de formas muy semejantes al violín clásico, aunque la gran diferencia se encuentra en las maderas con que están confeccionados (algarrobo criollo y mistol o chañar por ejemplo); en gran parte de Argentina (especialmente en el NOA) a los músicos especializados en tocar el violín no se les dice violinistas sino violinistos o violistos, en el noreste es frecuente el término violinero ( que sin embargo suele aplicarse más al "luthier"). Las etnias de ascendencia directamente aborigen también suelen confeccionar interesantes tipos de "violines", por ejemplo entre los qom'lek (o tobas) son característicos los "violines" fabricados a partir de una lata cuadrangular de aceite comestible a la cual se le aplica un mango de leño, las cuerdas suelen ser realizadas con tripa aunque más modernamente se relizan con los cables de metal que se obtienen de los sitemas de frenos de bicicletas; teniendo tales violines una entonación llamada m'biké, tal entonación, se considera, es similar a la que poseían los violines europeos en el siglo XVI.

¿QUÉ ES LA TROMPETA?

La trompeta es un instrumento musical de viento, perteneciente a la familia de los instrumentos de viento-metal o metales, fabricado en aleación de metal. El sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla a partir de la columna del aire (flujo del aire). La trompeta comúnmente, está afinada en SI (bemol), es decir, un tono por debajo de la afinación real (también hay trompetas afinadas en FA, en DO, en LA y en MI).
El músico que toca la trompeta recibe el nombre de trompetista.

Una trompeta de concierto.
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Mecanismo
2 Rango
3 Detalles especiales
4 Historia
4.1 Origen
4.2 En antiguas civilizaciones
4.3 Edad Media
4.4 El Barroco: Se extiende su uso
4.5 Siglos XVIII y XIX: La trompeta de pistones
4.6 Siglo XX
4.6.1 La trompeta en el jazz
4.6.2 La trompeta en conjuntos de mariachi
5 Tipos de trompeta
5.1 Trompeta en DO o en SI
5.2 Trompeta de varas
5.3 Trompeta piccolo
5.4 Trompeta baja
5.5 Trompeta pocket
6 Mantenimiento
6.1 Boquilla
6.2 Pistones
6.3 Bombas
7 Obras destacadas
7.1 Obras para trompeta solista
7.1.1 Para trompeta natural o trompeta piccolo
7.2 Otras
8 Trompetistas famosos
9 Véase también
10 Referencias
11 Enlaces externos
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Mecanismo [editar]

Pistón "al aire" o no pulsado.

Pistón pulsado.
La trompeta está construida con un tubo de latón, generalmente, doblado en espiral de aproximadamente 180 cm de largo con diversas válvulas o pistones que termina en una boca acampanada, que recibe el nombre de campana o pabellón. Los dos primeros tercios del tubo son prácticamente cilíndrico, lo que le proporciona un sonido fuerte y brillante, al contrario de lo que ocurre con la corneta y el fliscorno, que poseen un tubo cónico y producen un tono más suave.
Los otros dos tercios restantes son un tubo cónico, excepto en los últimos 30 cm en las que el tubo se ensancha para formar la boca en forma de campana. El calibre es una serie compleja de vueltas, más pequeñas en el receptor de boquilla y más grande justo antes del comienzo de la campana. El diseño cuidadoso de estas vueltas es crítico para la entonación de la trompeta.[1]
Como con todos los instrumentos de metal, el sonido es producido por el aire que se sopla a través de los labios cerrados, obteniendo un "zumbido" en la boquilla y comenzando una permanente ola de vibración en la columna de aire en el interior de la trompeta. El trompetista puede seleccionar la ejecución de una gama de matices armónicos o cambiando la apertura y tensión del labio ejercida sobre la boquilla (conocida como la embocadura).
En principio, su capacidad para producir sonidos se limitaba a una serie de armónicos sobre la nota fundamental. Sin embargo, con la posterior adaptación del mecanismo del pistón, la trompeta se convirtió en un instrumento cromático. Está provista de tres pistones y en general está afinada en SI , DO o LA. Cuando su afinación es en DO no hay necesidad de transportar. En la trompeta en SI y la trompeta en LA, la transposición es básicamente la misma que se utiliza para el clarinete.[2]
La trompeta tiene tres pistones que dirigen el sonido por diferentes partes de la tubería que forma el instrumento y de esta manera alarga o acorta el recorrido del sonido y, por tanto, consigue su afinación cromática. Cada uno de estos pistones aumenta la longitud de los tubos cuando son pulsados, lo que reduce la tonalidad de la nota. El primer pistón, que está conectado a un tubo de largo mediano, reduce la nota de la trompeta en dos semitonos; el segundo pistón, conectado a un tubo de corta longitud, baja la nota un semitono; y el tercer pistón, conectado a un tubo largo, baja la nota tres semitonos. En ocasiones existe un cuarto pistón, como es el caso de la trompeta piccolo, que reduce en 5 semitonos la nota de la trompeta. Mediante la combinación de estos tres (o cuatro) pistones se consigue casi toda la afinación cromática dado que se obtienen hasta ocho longitudes diferentes en el tubo resonador. El sonido se proyecta hacia el exterior por la campana.[1]
De esta forma, la trompeta en SI al apretar el primer pistón (dos semitonos menos), hace que DO baje a SI , MI a RE, y SOL a FA. En la tonalidad real baja SI a LA , RE a DO, y FA a MI . Al apretar el segundo pistón (un semitono menos), DO baja a SI, MI baja a RE sostenido, y SOL a FA sostenido. En tonalidad real baja SI a LA, RE a DO sostenido, y de FA a MI. Al apretar el tercer pistón (tres semitonos menos), DO baja LA, MI baja a DO sostenido, y SOL baja a MI. En tonalidad real baja SI a SOL, RE a SI, y FA a RE. Al apretar dos pistones a la vez, se suman sus caídas de tonalidad, siendo tres tonos lo máximo que se puede bajar: apretando los tres pistones a la vez : 2 semitonos + 1 semitono + 3 semitonos = 6 semitonos o 3 tonos.

Bomba de afinación.
La serie armónica de la trompeta se asemeja a la escala de música, pero hay algunas notas de la serie que son comprometidas por estar ligeramente fuera del rango y se las conoce como tonos de lobo (o wolftone). Algunas trompetas tienen un mecanismo deslizante para compensarlas.
La afinación se suele ver afectada por la temperatura ambiental, por tanto es necesario calentar el instrumento antes de tocar soplando a través de él. Para afinar correctamente la trompeta es necesario ajustar la bomba de afinación hasta conseguir la afinación deseada. La bomba de afinación es el codo metálico que remata la sección central de la trompeta y que queda a la misma altura que la campana. En esta misma ubicación se encuentra la llave de desagüe, utilizada para expulsar el agua que se acumula en el interior de la trompeta como resultado de la condensación del aire en sus tuberías.
La boquilla tiene un borde circular llamado anillo que proporciona un ambiente cómodo para la vibración de los labios. Inmediatamente detrás del anillo está la copa, que canaliza el aire por una apertura mucho menor, el granillo, que disminuye un poco para que coincida con el diámetro de la tubería principal de la trompeta. Las dimensiones de estas partes de la boquilla afectan al timbre o la calidad del sonido y a la facilidad y comodidad de la ejecución. En general, cuanto mayor y más profunda es la copa, más oscuro es el sonido del timbre.[3]

Distintos tipos de sordina para trompeta.
La trompeta puede fabricarse en distintos estilos, con modelos para los principiantes, los trompetistas intermedios o para músicos profesionales. En el pasado, se fabricaron trompetas con un número de materiales improbables, incluyendo la madera, la arcilla y la cerámica. También han sido fabricadas completamente de latón, bronce, plata y níquel. La trompeta moderna está fabricada comúnmente de latón y a veces es galvanizado con plata, níquel, oro o cobre. Mide aproximadamente 50 cm.
La sordina es un mecanismo que sirve para cambiar la calidad y atenuar el sonido producido por la trompeta. Tiene forma de pera y encaja perfectamente en la campana del instrumento, aunque existen otros tipos de sordinas que no se acoplan en la campana (como la sordina desatascador). Suelen fabricarse de plástico o metal.[1]
Las sordinas obstruyen los movimientos de las ondas sonoras en los metales, amplifican ciertos armónicos y reducen otros. Los trompetistas han experimentado con diversas formas de sordinas, desde insertar una mano en el pabellón (técnica ortodoxa en algunos metales clásicos) o incluso cubrir la campana con un bombín.[4]

Rango [editar]

Rango de una trompeta: F3 a C6, extendido a un C6.
La versatilidad básica de la trompeta se extiende en un rango de dos octavas y media, desde Fa sostenido 3 por debajo del DO central (F3), incluso en algunas ocasiones desde notas más graves, hasta DO 6 dos octavas arriba del DO central (C6). Aunque en la actualidad el registro aumenta hasta un FA - SOL por encima de esta nota aumentando el registro a tres octavas. Por encima de esta nota, la trompeta tiende a emitir un sonido distorsionado, que es muy difícil de dominar. Por lo tanto, existe la recomendación a los compositores que al momento de escribir para estos instrumentos, no pasen los límites arriba mencionados. Esta recomendación es frecuentemente ignorada. Hay trompetistas dedicados a sobrepasar este régimen (los llamados "agudistas"), que superan con creces estos límites, incluso pudiendo aumentar este registro en más de una octava, y juegan con los tonos agudos o supra-altos, aproximadamente, hasta el tercer DO por encima del central.

Detalles especiales [editar]
La trompeta promedio, sin pistones apretados (es decir: al aire) produce por lo general las notas DO, MI y SOL en todas sus octavas. No obstante, existen 4 excepciones: en la octava por debajo de la central, SOL no se produce al aire, sino apretando el primero y el tercer pistón. En la octava central, MI no se produce al aire, sino apretando el primer y segundo pistón. En la segunda octava, existe SI al aire. En la tercera octava, existe RE al aire. Estas irregularidades se deben a los armónicos naturales.
En el siguiente cuadro se muestra las distintas notas que se obtienen apretando los distintos pistones.

En esta gráfica se muestran las notas que se producen al pulsar cada uno de los pistones. El número sobre cada compás se refiere al número de pistón de la trompeta que debe ser pulsado para emitirlas.

Historia [editar]

Origen [editar]
La historia de la trompeta se remonta a los orígenes de la historia de la humanidad. Casi tan antiguas como la flauta, que se reputa el instrumento más antiguo y generalizado, debieron ser la trompeta y la corneta, derivadas del cuerno de buey que aún puede servir como trompa de caza. Por tanto, las primeras trompetas fueron fabricadas con cuernos de animales cocidos, cañas de bambú, tubos vegetales ahuecados o conchas de moluscos y eran empleadas por los hombres primitivos para diversas cuestiones como eran los entierros, rituales para ahuyentar a los malos espíritus, para la caza o transmitir señales.[5]

En antiguas civilizaciones [editar]

Trompeta persa de la dinastía Aqueménida elaborada en bronce. Se encuentra en el museo de Persépolis (Irán).
Con el descubrimiento de los metales comienza una nueva etapa para el desarrollo de los instrumentos de viento ya que el bronce es un material adecuado para su construcción mejorando su sonoridad y brillanted. Las primitivas trompetas carecían de boquilla y se usaban a modo de altavoz, gritando en su interior para deformar aumentando o distorsionando la voz del ejecutante.
En los pueblos de la antigüedad la trompeta aparece entre sus instrumentos musicales. Los egipcios atribuían su invención al dios Osiris y había sido heredada de los pueblos de Mesopotamia, disponían de diferentes trompetas que utilizan en paradas militares y rituales religiosos. Estos instrumentos recibían el nombre de Sneb y tenían forma cónica y rectos. Se encontraron dos trompetas en la tumba del faraón egipcio Tutankamon, que reinó de 1358 a 1353 adC y en las pinturas antiquísimas que las representaban. Dichas trompetas miden respectivamente 50,5 cm y 58 cm de largo, presentando un ancho pabellón, pero sin una embocadura propiamente dicha. La primera de ellas es de bronce y la segunda de plata, lo cual constituyó sin duda una excepción. Dichas trompetas estaban fabricadas en bronce con el método de cera perdida. En el Museo Británico, en el Museo del Louvre de París y en el Arqueológico de Nápoles se hallan trompetas de bronce egipcias y romanas y en el Numantino de Soria se conservan algunas de barro cocido y de factura ibérica, unas rectas y otras curvas. También se conservan trompetas del Imperio Persa en el museo de Persépolis (Irán).

La toma de Jericó según un grabado de Jean Fouquet.
Entre los pueblos hebreos la trompeta recibía el nombre de hazozra o chatzótzráh y tenía un carácter casi divino ya que atribuían su construcción a Moisés, siendo tocada únicamente por los sacerdotes para anunciar las asambleas y acompañar las consagraciones y los sacrificios. También tuvo uso militar y servía para levantar los campamentos nómadas o para dar la señal de alarma. La trompeta hebrea era corta, de unos 45cm de largo, con un tubo cónico de plata batida que producía un sonido homogéneo e ininterrumpido, o bien en dúos de dos trompetas, es decir, articulando distintamente varias notas diferentes.[6]

Luur o lure germánico de bronce.
Otros pueblos que conocían y desarrollaron diferentes trompetas fueron el germano y el celta. La forma primitiva de "ese" (S) cónica de los cuernos germánicos y escandinavos denominados lures, lure o luur (1500-400 adC) era debida a que estaba construida con el colmillo de un mamut. Se conservan ejemplares en perfecto estado hallados en excavaciones arqueológicas realizadas fundamentalmente en Dinamarca. La lure medía entre 1,50 y 2,50 m de media, era ligeramente cónica y presentaba la forma de S. El tubo se componía de dos partes curvas de diferente longitud, la segunda de las cuales estaba situada en un plano distinto a la primera. Por lo general los ejemplares que se han descubierto aparecen unidos de dos en dos, de idéntico tamaño y simétricos, lo cual hace suponer que se tocaban por parejas afinadas al unísono, o bien simultáneamente, o en alternancia. Se colgaban en la bandolera y los dos músicos, uno junto a otro, debían sujetar cada instrumento en vertical por encima de su cabeza. Se han realizado intentos con los ejemplares mejor conservados en los se han conseguido los doce primeros armónicos y una escala cromática de una séptima a partir del sonido fundamental, pero es poco probable que los antiguos aprovecharon esta extensión sonora.[6] El karnix o karnyx celta era un instrumento de tubo recto que se dobla en ángulo recto ,en forma de gancho, parecido a la trompeta y destinado a usos militares, construido enteramente en bronce y con la campana en forma de dragón.[5] Este tipo de trompeta fue reproducido en el año 113 en el arco de Adriano, en Roma.
En torno al siglo IV adC, los griegos ya incluían certámenes de trompeteros en el programa de los Juegos Olímpicos. La trompeta recibía el nombre de salpinx y su invención estaba atribuida a la diosa Atenea. Estaba fabricada en hierro o bronce, a veces de plata y era un tubo estrecho y con embocadura de cuerno o de hueso. Antes del pabellón, que era esférico y de dimensiones modestas, solían colocarse anillas decorativas o corredizas. La heredaron de los etruscos, que a su vez la habían heredado de los egipcios. También usaban el keras que era un cuerno cocido de animal y se usaba con fines militares.
Durante el Imperio Romano el uso de las trompetas heredadas de griegos y etruscos adquiere una gran importancia social. Estaban fabricadas en plata y bronce y recibían diferentes nombres: cornus, salpinx, aduba, clario, tubesta, lituus, buccina o argia entre otros, así como diversas formas rectas o curvas. La más conocida de todas ellas era la tubesta o tuba que media 117 cm y era de de forma cónica, con 1 cm de diámetro en la embocadura. El tubo cónico era de bronce, con una embocadura móvil y un pabellón ligeramente ensanchado; la tuba era utilizada en la infantería, pero también tuvo gran importancia en los combates de gladiadores junto con la trompa y el órgano hidráulico, utilizándose ocasionalmente en determinados sacrificios religiosos. El lituus, por el contrario, fue un instrumento de uso exclusivamente militar que se empleó en la caballería: era una larga trompeta cilíndrica, de dimensiones variables (de 75 cm aproximadamente a 1,40 m de largo) que tenía el extremo opuesto al de la embocadura doblado en forma de J, abierto sobre un pabellón a veces recortado. Como en el caso de la tuba, el tubo del lituus era de bronce. El timbre de estos instrumentos debía resultar sin duda poco agradable: los autores romanos califican el timbre de la tuba de "ronco" y "aterrador". El del lituus era más agudo y sin duda bastante mas estridente.[6] Los cuerpos de trompeteros romanos favorecieron el desarrollo de las trompetas utilizándolas para llamamientos, fanfarrias militares y civiles. En las esculturas romanas se puede observar que las trompetas aparecían en todas las procesiones.[7]
Tanto la Biblia como Homero en La Ilíada corroboran la importancia de la trompeta en las ceremonias religiosas primitivas y el de su uso en las batallas, incluso se apunta en La Biblia que el sonido brillante de las trompetas fue el causante de la ciudad de Jericó.

Siete sacerdotes irán delante del arca del pacto, cada uno con una trompeta de cuerno de carnero y el séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad mientras los sacerdotes tocan las trompetas.


Josué 6,4[8]

A continuación Joab ordenó que tocaran la trompeta, y las tropas dejaron de perseguir a los de Israel, porque Joab las detuvo.


II Samuel 18,16[8]

Tocad la trompeta al llegar la luna nueva, y también al llegar la luna llena, que es el día de nuestra gran fiesta.


Salmo 81,3[8]

Suena la trompeta llamando a la batalla; todos se preparan, pero nadie sale a luchar. Voy a castigar con ira el orgullo de Israel.


Ezequiel 7,14[8]

Palas Atenea vociferó también y suscitó un inmenso tumulto entre los teucros. Como se oye la voz sonora de la trompeta cuando vienen a cercar la ciudad enemigos que la vida quitan; tan sonora fue entonces la voz del Eácida.


— Canto XVIII de La Ilíada, Homero

El primer ángel tocó su trompeta, y fueron lanzados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre.


— Libro del Apocalipsis de San Juan 8, 6-13[8]

Suona, trompeta china.
La cultura china contribuyó en gran medida en el desarrollo de la trompeta, aportando una curiosa trompeta compuesta por diferentes tubos cónicos que encajaban unos en otros telescópicamente. Otra aportación suya fue la trompeta helicoidal tocada por los marineros y sacerdotes budistas. También existía una trompeta llamada La pa o Laba y otra llamada suona que es un tipo de trompeta parecida al oboe de tonos altos y fuertes que puede tener siete u ocho agujeros.[9] El suona fue muy popular en la primera Dinastía Jin (265-420) en las zonas de la región de Xinjiang y está formado por un tubo cónico de madera perforado de ocho orificios (siete en la parte delantera y uno en la trasera), un tubo de cobre y un silbato de caña (lo que le hace similar al oboe) en el extremo superior de la madera y un altavoz de cobre en el extremo inferior.[10] Una versión de este tipo de trompeta china es aún muy utilizada como elemento melódico indispensable en la "conga santiaguera", tipo de música popular imprescindible en fiestas populares en la región oriental de Cuba, cuya capital es Santiago de Cuba, de ahí su nombre.
En los reinos de Java y Bali existía durante el siglo X unos pequeños conjuntos musicales en cuya formación se encontraba una trompeta de forma curva. En el Tíbet, desde el siglo VII la influencia india tiene como consecuencia la introducción de instrumentos como el dung-dkar,[11] fabricado con una caracola y en ocasiones con embocadura de metal y con una prolongación hecha con una placa metálica, llamada ala (gshog-ma), muy similar al sankh de la India,[12] y el wadun, fabricado con un cuerno. El mag-dun es una gran trompeta de sonidos graves y roncos que puede medir hasta 5 m y es un instrumento característico y originario del Tíbet.
En Australia, las tribus aborígenes se servían de un instrumento que consiste en un tubo de madera largo y ahuecado que usaban en sus ritos y que recibe el nombre de didgeridoo.
Es importante mencionar que todas estas trompetas no tenían pistones y sólo manejaban entre 2 y 5 notas.

Edad Media [editar]

Trompetista turco y 2 oboistas a caballo. Daniel Hopfer (ca 1470-1536).
La trompeta siguió siendo utilizada en batallas y ceremonias mucho después de la disolución de estos pueblos. En la Edad Media, con instrumentos hechos de aleaciones de metales, se iba notando una distinción entre dos ramas de instrumentos de viento metálicos: los que posteriormente evolucionarían a trompetas y derivado, conocida como claro, y los que se derivarían en los trombones y familiares, denominada buccina.
En un principio el claro era un tubo recto y largo, pero para hacerlo más fácil de transportar, se redujo la longitud del instrumento doblando el tubo en espiral, recibiendo el nombre de clarión.
El Islam aporta varios instrumentos, las trompetas sarracenas son usadas por los musulmanes desde época muy antigua. Reciben el nombre de al-nafir o cuerno sarraceno que en España recibiría el nombre de añafil. El añafil era un aerófono recto, cuyo sonido surgía de la vibración de los labios del interprete en una boquilla en forma de pequeño embudo. Este tipo de instrumento se encuadra generalmente dentro del grupo de las denominadas "trompas naturales", ya que no presenta orificios, llaves ni ningún otro elemento constructivo que altere la afinación o el timbre. Era usado principalmente para usos militares.[13]
Durante esta época la trompeta adquiere popularidad debido a su gran sonoridad. Es el instrumento preferido de la nobleza. Los trompeteros y timbaleros tocan en fiestas solemnes, gozando de una posición social más elevada que el resto de los músicos. La trompeta se constituye en un elemento imprescindible para transmitir ordenes en el campo de batalla, en el castillo y pronto comenzaría a realizar funciones de entretenimiento para la nobleza. Esto dará lugar al nacimiento de trompetas trovadores de guerra y trompetas trovadores de corte o cámara.
Como dato curiosa cabe destacar que durante la Edad Media a los músicos se les consideraba "no honorables". La Iglesia les negaba los sacramentos y sólo cuando entraban al servicio de un noble o al servicio de una ciudad adquirían la condición de honorables.

Cuatro sacabuches, dos tenores, un alto y un bajo.
Las trompetas antiguas eran de bronce fundido o planchas de hierro fino, eran rectas y sus embocaduras fueron una prominencia en el extremo del tubo hecha para apoyar los labios. A finales del siglo XIV la trompeta deja de ser recta, tomando en un primer momento la forma de ese (S) para hacerla más manejable y posteriormente fue tomando la forma actual con tubo cilíndrico en las dos terceras partes de su longitud para ensancharse en el último tercio y formar el pabellón. Paralelamente a esta evolución aparece la trompeta de varas o correderas que es la antecesora del trombón. Ésta consistía en la prolongación de la embocadura en el primer tubo del instrumento de esta forma la embocadura quedaba fija y el resto del instrumento se alejaba o volvía a sí. Se la denominó trompeta de corredera, doble trompeta o sacabuche, entre otros nombres.
La gran importancia de la trompeta en los conjuntos instrumentales medievales se advierte en el hecho de que, de los cuarenta y dos instrumentistas adscritos a la corte de Enrique VIII de Inglaterra, catorce eran trompetistas.[7]

El Barroco: Se extiende su uso [editar]

Trompeta barroca.
La llamada trompeta "natural" o barroca fue el instrumento para el que escribieron Claudio Monteverdi, Jean-Baptiste Lully, Henry Purcell, Johann Sebastian Bach o Georg Friedrich Haendel: se trataba de una trompeta vaciada en metal y de forma moderna (sección cilíndrica hasta el pabellón que se ensancha progresivamente), pero que no podía emitir debido a la presión del aire nada más que los armónicos naturales del sonido fundamental que venía determinado por la longitud del tubo (teóricamente, esta longitud debería ser 2,34 m). La trompeta natural estaba afinada en DO, más corrientemente en RE (en ocasiones en FA en la Alemania del siglo XVIII). Su sonoridad clara y penetrante, brillantísima, perfectamente adaptada a las interpretaciones al aire libre, hizo que se pasaran por alto sus limitaciones por lo que hay muchos pasajes que, aún tocados en modelos de válvulas, siguen pareciendo de una dificultad increíble. Las trompetas naturales que se tocaban en conjunto en fanfarrias eran idénticas, es decir, todas ellas estaban en la misma tonalidad: el músico que tocaba la parte superior utilizaba una embocadura más pequeña para facilitar la producción de notas sobreagudas. La actual trompeta de caballería es una trompeta natural.

Gottfried Reiche, trompetista y compositor barroco. Fue el trompeta solista de Johann Sebastian Bach en Leipzig.
Se empleaba durante los siglos XVII y XVIII, tanto en Italia como en Alemania, la palabra clarino para designar a una trompeta natural de pequeñas dimensiones adaptada al registro agudo y después, poco a poco, acabó por aplicarse a cualquier parte escrita en este registro para trompeta de orquesta. Incluso en obras de Bach y Händel , las partes correspondientes al clarino se interpretaban con una pequeña trompeta afinada en RE, aunque el instrumento figura por primera vez de una manera explícita en la partitura del Orfeo de Monteverdi.[6]
A comienzos del siglo XVII, el papel de la trompeta en los conjuntos orquestales no era muy importante, aunque existen excepciones. El Orfeo de Monteverdi (1607) es la primera obra en la que se integra a la trompeta dentro de las formaciones orquestrales y dentro de esta obra se puede encontrar una tocata para cinco trompetas de diferentes afinaciones. Hacia finales del siglo XVII, la trompeta comienza a tomar un papel más protagonista y a ser un instrumento muy utilizado en las agrupaciones orquestales. Apareció entonces el Modo per imparar a sonare di trompa, de Fantino (Método para aprender a tocar la trompeta), publicado en Frankfurt en 1638, que es un testimonio del amplio uso que se la daba al instrumento.
En el mismo período, Purcell empleó frecuentemente la trompeta. En su ópera Dioclesian, una trompeta y una voz de contralto cantan a dúo. Sus composiciones solían ir destinadas como era costumbre de la época a John Shore, trompetista de la corte y miembro de una familia de trompetistas que fue famosa durante todo un siglo. En esta misma época la gran mayoría de los compositores alemanes incluían la trompeta en los conjuntos orquestales.[14]
Händel, poco tiempo después, escribió partes muy agudas y floridas para este instrumento, como su "Let the bright seraphim" (en Samson) y "The trumpet shall sound" (en El Mesías). Händel indicaba en la partitura "Clarino I, Clarino II y Prinzipale", lo que demuestra que en aquella época aún se mantenía la misma distribución para los instrumentistas que se empleaba en las composiciones orquestales de la época de Monteverdi. Bach también compuso para la trompeta partes muy elaboradas, y en general, en un registro más agudo. La interpretación de dichos pasajes más elaborados y tan agudos era posible debido a que los instrumentistas se especializaban dependiendo de las características de los pasajes, unos en pasajes agudos y otros en los graves de las partes para trompeta. Así, el instrumentista encargado de tocar el clarino únicamente interpretaba los pasajes más agudos por lo que dichos pasajes terminaban siendo más fáciles en su ejecución.[6]
Händel y Bach entonces, compusieron música en la que se le daba el papel protagónico a la trompeta y después de ellos, comenzó un periodo de decadencia de la trompeta, en la que fue degradada a un papel secundario. La trompeta se convirtió en un instrumento armónico de notas bajas y espaciadas, y de vez en cuando, en una parte más de la percusión, al ser siempre puesta en fortissimo en las partes finales de los movimientos de, por ejemplo, Mozart. Con Beethoven, la trompeta recupera cierta fuerza junto con los timbales, pero no la esperada.[7]

Siglos XVIII y XIX: La trompeta de pistones [editar]

Trompetas de pistones.
El proceso que permite dotar al instrumento de un cromatismo capaz de eliminar los inconvenientes presentados por las trompetas naturales comienza a finales del Barroco. Son numerosos los intentos realizados al respecto: tonillos o piezas de recambio, trompeta de tapadera, trompeta de correderas o de varas y por último la aplicación gradual de los pistones.
Las piezas de recambio permitieron durante algún tiempo obtener diferentes tonalidades al aplicarlas a la trompeta pero a lo largo del siglo XVIII se siguió investigando para elevar los acordes de los cobres por medio de llaves y agujeros. Fue Anton Weidinger investigador y virtuoso de la trompeta, que aplica al instrumento las llaves basándose en los mismos principios en los que se basa la flauta o el fagot. Esta trompeta constaba de 3 o 4 llaves colocadas al costado y gracias a esto podían hacer todas las notas de la escala diatónica y cromática. Haydn y Hummel escribieron para Weidinger sus famosos conciertos. A pesar del éxito la trompeta de llaves no se impuso fue usada durante algunos años por bandas militares de Austria y de Italia, a finales de los años 1920 desapareció.[5]
Tras los primeros intentos consistentes en ponerle llaves a la trompeta se pasó a ponerle una vara (esta forma tuvo cierto éxito en Inglaterra en gran parte debido a eminentes trompetistas defensores de su uso como T. Harper y J. Horton, entre otros). La inclusión de los pistones tiene lugar de manera paulatina, siendo el inventor irlandés Charles Clagget quien construye en 1790 una trompeta doble afinada en RE y Mi bemol con una única embocadura y como innovación un pistón. Más tarde, hacia 1815, Blühmel y Stölzel inventarían el sistema de pistones que posteriormente sería mejorado por Adolphe Sax y Périnet (en 1839) hasta llegar a una forma muy parecida a la actual de J.P. Oates, pasando por las mejoras que introdujo Merry Franquin, profesor del Conservatorio de París, que han permitido a los ejecutantes modificar a voluntad la altura de los sonidos del instrumento. Dauverne en Francia construyó la primera trompeta de dos pistones y la inclusión del tercer pistón se produjo en 1830 de mano de Müller de Maguncia y Satter de Leipzig.
El primer compositor en usar la trompeta de pistones en la orquesta fue Halévy, en su ópera La judía de 1835. En su partitura escribe para dos trompetas de este género y dos trompetas naturales con tubos de recambio.[7]
La trompeta de pistones llegó justo a tiempo para que Richard Wagner comenzara su música con gran aplicación de los sonidos metálicos de los instrumentos como el trombón y la trompeta, dándole un mayor papel protagonista. En la segunda mitad del siglo XVIII las orquestas se constituían corrientemente con dos trompetas (excepto para el acompañamiento de las obras corales, caso en el cual se escuchaban tres y hasta cuatro de estos instrumentos). Como norma general Wagner empleó tres, a fin de poder asignar a la trompeta acordes enteros. En su ópera Tannhäuser, un motivo especial lo lleva a emplear hasta doce trompetas. Desde Wagner los compositores de obras para orquesta han usado la trompeta sin ninguna clase de restricciones, siendo tres el número empleado normalmente.
Hasta finales del siglo XIX la trompeta de pistones no encuentra su puesto definitivo en la orquesta: Hector Berlioz seguía utilizando la trompeta natural y hasta 1920 se usará una trompeta de válvulas afinada en FA que ya no es utilizada.

Siglo XX [editar]

Dizzy Gillespie tocando su trompeta.
La trompeta en el siglo XX es un instrumento destacado en muchos y diferentes estilos musicales. Se puede encontrar en cualquier sala de conciertos sinfónicos o de cámara como solista o junto a otros instrumentos o en cualquier club de jazz.
Las partes en las obras que corresponden al clarino barroco se tocan con pequeñas trompetas de pistones denominadas trompeta píccolo, afinadas en SI bemol-LA y con cuatro pistones. Sin embargo, desde los años 60 vuelve a utilizarse nuevamente una trompeta natural en RE a la que también se ha bautizado con el nombre de "clarino", muy apreciada en interpretaciones de música barroca.
A finales del siglo XX, el éxito lo detenta la trompeta afinada en SI bemol aunque el timbre peculiar de la trompeta moderna en RE haya sido empleada por compositores como Olivier Messiaen o Arthur Honegger. Igor Stravinski también realizó composiciones para trompeta.
Hoy, la trompeta se usa en casi todas las formas de música, incluida la clásica, jazz, rock, blues, pop, ska, funk y polca.

La trompeta en el jazz [editar]
En la época posterior a la Guerra Civil Estadounidense se podían adquirir cornetas por un bajo precio y las trompetas se empleaban en los funerales, en las bandas callejeras, en las de baile y en las de jazz. A partir del año 1927, casi todos los cornetistas, salvo unas pocas excepciones, se pasaron a la trompeta, ya que preferían su sonido más melódico y la mayor claridad de sus notas agudas y por ser más sencilla su ejecución. La trompeta siguió siendo durante un tiempo el instrumento principal en los pequeños grupos de jazz, e incluso en las bandas de swing.[15]
La trompeta que se suele emplear en el jazz tiene un tono fundamental en SI . En el jazz primitivo se empleaba la corneta, que en el siglo XIX desempeñaba el papel que más adelante se asignaría a la trompeta. El fliscorno posee un sonido más suave y los trompetistas lo han adoptado como segundo instrumento en las bandas de jazz, aunque algunos se han especializado en él, como Art Farmer.[15] La aportación a la literatura para trompeta de músicos de jazz como Louis Armstrong, Joe King Oliver, Dizzy Gillespie o Miles Davis ha sido decisiva.

La trompeta en conjuntos de mariachi [editar]

Conjunto de mariachi.
La trompeta es un instrumento fundamental en los conjuntos de mariachi. A principios del siglo XX, no era común la existencia de conjuntos de mariachi con instrumentos de viento. La flauta, el clarinete, el saxofón soprano, el trombón, el cornetín y la trompeta no se veían con frecuencia en los grupos tradicionalmente integrados por instrumentos de cuerda, como el violín, la guitarra o el guitarrón.
En la década de 1930 algunos mariachi de México, D.F. como Jesús Salazar, quien trabajaba con el Mariachi Tapatío de José Marmolejo, incorporaron la trompeta, que en los años 40 siguió cobrando fuerza hasta llegar a ser imprescindible para los conjuntos de mariachi. Pedro Infante grabó en 1949 las primeras canciones con un mariachi con dos trompetas, cosechando un notable éxito dicha innovación.
El uso de la trompeta en el mariachi alcanzó completa aceptación en 1952, cuando el conjunto Mariachi México, de Pepe Villa, grabó una serie de discos de gran éxito que efectuó el cambio decisivo en la instrumentación de los grupos de mariachi, que para los años 1960 en su mayoría incluían ya dos trompetas.[16] Aunque existían excepciones como el Mariachi Vargas que seguía usando una sola trompeta casi hasta mediados de la década de los 60. Alrededor de 1964 uno de los primeros dúos de trompetas que tuvo el Mariachi Vargas fue el de los hermanos Pedro y Crescencio Hernández.[17]
La trompeta es especialmente valorada en el son jalisciense.

Tipos de trompeta [editar]

Trompeta piccolo de 4 pistones.

Trompeta pocket.

Trompeta en DO o en SI [editar]
Las trompetas corrientes están afinadas en DO o en SI y su tubo apenas supera un metro de largo. Tiene tres pistones y su extensión cromática, debida al mecanismo de los pistones, es de dos octavas y una sexta mayor. La trompeta en SI suena un tono más grave que la trompeta en DO. Este tipo de trompetas son normalmente usadas en las bandas, en las orquestas de jazz y en las orquestas sinfónicas (excepto en Francia y España donde se ha impuesto la trompeta en DO).[6]

Trompeta de varas [editar]
La trompeta de varas puede ser llamada "trompeta slide" o también "trombón soprano". La vara es proporcional al tamaño del instrumento y tiene las siete posiciones de un trombón convencional. Este instrumento está logrado para que niños de muy temprana edad, puedan estudiar el mecanismo de la vara, de cara a tocar el trombón de varas en un futuro.
La trompeta de varas tiene un registro exactamente igual a la trompeta tradicional de pistones, pero su ejecución es mucho más lenta comparada con la de los pistones. Normalmente la tonalidad de la trompeta de varas o trombón soprano es SI .

Trompeta piccolo [editar]
La trompeta piccolo, también denominada trompeta barroca porque fue creada a finales del siglo XIX para interpretar obras barrocas (como las de Bach o Haendel, por ejemplo), es más pequeña que el resto de trompetas y suena una octava más aguda que las demás y se alcanza con mayor facilidad el registro sobreagudo. Normalmente está afinada en RE o en SI , aunque raras veces está afinada en FA. Tiene cuatro pistones, aunque existen modelos con tres pistones. El cuarto pistón desempeña la función de transpositor y reduce en 5 semitonos la nota de la trompeta.[18] [6]

Trompeta baja [editar]
La trompeta baja está afinada en DO o en SI . Suena una octava más grave que la trompeta normal y su tubo es más largo. Aunque fue utilizada por Wagner su uso no está muy extendido y se emplea en ocasiones excepcionales.[18] [6]

Trompeta pocket [editar]
La trompeta pocket es una versión en miniatura de la trompeta tradicional. Tiene más curvas que una trompeta normal, por lo tanto, el recorrido que hace el sonido es igual de largo, pero la trompeta en sí ocupa menos espacio. Esta gran cantidad de curvas hace que en las octavas altas, el sonido de la trompeta se vaya volviendo más metálico que el de una trompeta normal, con un sonido que asemeja al de un clarinete.

Mantenimiento [editar]
La trompeta es un instrumento muy sensible por la tanto es muy importante vaciar siempre la trompeta con la llave de desagüe y secarla por dentro y por fuera. Para este fin hay trapos y varillas especiales que puede adquirir en comercios especializados.

Boquilla [editar]

Boquilla de trompeta.
La boquilla y el tudel pueden dañarse fácilmente por un montaje impropio por lo que hay que realizar con cuidado dicha acción. La forma correcta es insertar suavemente la boquilla en el receptor y dar un leve giro para asegurarlo. Nunca hay que forzar la boquilla dentro del tudel, puesto que puede llegar a atrancarse. En caso de que esto ocurriera, no es recomendable en ningún caso usar herramientas de agarre (tenazas, alicates,... ) para quitar la boquilla atrancada sino que debe llevarse el instrumento a un establecimiento especializado en la reparación de instrumentos.[19]

Pistones [editar]
Cada uno de los 3 pistones va encajado en unos cilindros huecos que reciben el nombre de camisas. Los pistones y camisas son partes muy importantes de la trompeta, por tanto, es necesario poner mucho cuidado en no doblarlos ni rayarlos. Un correcto mantenimiento de los pistones exige el lubricado antes y después de cada uso de la trompeta. Para ello, es necesario sacar el pistón en línea recta, sin girar, y aplicarle 2 ó 3 gotas de aceite lubricante específico para trompetas. Bajo ningún concepto debe usarse grasa para lubricar los pistones. Después se vuelve a colocar el pistón con cuidado apoyándolo en la camisa apropiada, alineando la guía del pistón con la ranura de la guía de la camisa. Se recomienda pulsar el pistón varias veces para que se cubra toda la superficie con el aceite lubricante.
Es recomendable una limpieza periódica de los pistones. Para ello, es necesario sacar el pistón en línea recta, sin girar, y dejarlo sobre una superficie limpia y que no raye el pistón. Con un cepillo de pistones se limpia el interior de la camisa. En caso de no disponer de dicho cepillo, se recomienda el uso de un paño doblado o una varilla envuelta en tela de algodón. Se limpian los pistones de cualquier tipo de suciedad acumulada en su superficie u orificios y se vuelven a introducir en sus correspondientes camisas, aplicándoles 2 ó 3 gotas de aceite lubricante.[19]

Bombas [editar]
Al contrario que en el caso de los pistones, se recomienda usar grasa para lubricar las bombas. La grasa de bombas mantiene las bombas herméticas y las dota de un movimiento suave, por tanto es un factor esencial en el cuidado de la trompeta. Para realizar el mantenimiento de las bombas es necesario quitar la bomba presionando el pistón correspondiente. A continuación, se inserta una esquina de un paño de algodón limpio a través del agujero de la bomba y se limpia cualquier tipo de suciedad dentro y fuera de ella, así como en la superficie de las bombas interiores. Se aplica una pequeña cantidad de grasa de bombas y se introduce varias veces consecutivas la bomba para que la grasa quede extendida uniformemente.[19]

Obras destacadas [editar]

Ejercicios de escalas cromáticas del método de Jean-Baptiste Arban.

Obras para trompeta solista [editar]
Fantasía para trompeta (1969), de Malcolm Arnold.
Concerto for Trumpet and Orchestra (1950), de Alexander Arutunian.
Legende, de George Enescu.
Kryl de Robert Erickson.
Eric Ewazen:
Concierto para trompeta.
Sonata para trompeta.
Alexander Goedicke:
Concierto para trompeta.
Concierto Etude.
Concierto para trompeta, de Edward Gregson.
Exposed Throat, de H.K. Gruber.
Concierto para trompeta y orquesta en MI mayor, de Joseph Haydn.
Sonata para trompeta y piano, de Paul Hindemith.
Sonatina para trompeta y piano (1950), de Bertold Hummel.
Concierto para trompeta y orquesta en MI mayor, de Johann Nepomuk Hummel. Habitualmente es transportado a MI mayor.
Sonata para trompeta y piano, de Kent Wheeler Kennan.
Sonatina para trompeta (en DO o SI) y piano, de Bohuslav Martinů.
Concierto para trompeta y orquesta, de William Perry.
Sonata para trompeta y piano, Halsey Stevens.
Henri Tomasi:
Concierto para trompeta.
Tríptico.
Concierto para trompeta y orquesta (1996), de John Williams.
Andante and Allegretto para trompeta y piano de G. Balay.
"Rustiques".Concierto para trompeta y piano de Eugène Bozza.
"Sonata VII" de Arcangelo Corelli para trompeta y piano.
Sonata para trompeta y piano de J. Hubeau.

Para trompeta natural o trompeta piccolo [editar]
Michael Haydn:
Concierto para trompeta en RE mayor.
Concierto para trompeta en DO mayor.
Concierto No. 1, No. 2 y No. 3, de Johann Melchior Molter.
Concierto para trompeta en RE mayor, de Leopold Mozart.
Concierto para trompeta, cuerda y continuo en RE mayor, de Georg Philipp Telemann.
Sonata en RE mayor, de Giuseppe Torelli.
Sonata para trompeta y cuerdas en Re mayor, de Henry Purcell.

Otras [editar]
Johann Sebastian Bach:
II Concierto de Branderburgo BWV 1047 (1721).
Cantata BWV 51 (1731) de Johann Sebastian Bach.
Georg Friedrich Händel:
El Mesías (1741).
Samson (1743).
Obertura Leonora Nº 3 (Op. 72a) (1806) de Ludwig van Beethoven.
Hector Berlioz:
Les francs-juges (1826).
Waverly, obertura.
Guillermo Tell (1829), de Gioachino Rossini.
Les Huguenots (1836), de Giacomo Meyerbeer.
Richard Wagner:
Rienzi (1842).
Los maestros cantores de Núremberg (1867).
Tetralogía de El anillo del nibelungo (1848-1874).
Preludio de Parsifal (1882).
La Marcha Triunfal o Marcha de las trompetas de la ópera Aida (1871) de Giuseppe Verdi.
Sinfonía número 5 (1902) de Gustav Mahler.

Trompetistas famosos [editar]

Louis Armstrong.
Herb Alpert
Maurice André
Louis Armstrong
Chet Baker
Clifford Brown
Miles Davis
Timofei Dokshizer
Jon Faddis
Maynard Ferguson
Dizzy Gillespie
Roy Hargrove
Freddie Hubbard
Adolph "Bud" Herseth
Harry James
Wynton Marsalis
Malcolm McNab
Rafael Mendez
Lee Morgan
James Morrison
Maurice Murphy
Sergei Nakariakov
Rodrigo Riveros
Arturo Sandoval
Charles Schlueter
Doc Severinsen
Don Sleet
Philip Smith
Pablo Sosa
Allen Vizzutti
Chuck Mangione